Padre de las misericordias, tu ayudaste a nuestra madre María
a reflejar la imagen de Cristo mediante una vida de pobreza y humildad.
Te pedimos que, por intercesión de sus oraciones,
nosotros podamos seguir a Cristo en pureza de espíritu
siguiendo su modelo de vida e imitando su gozo
por estar en la presencia de tu gloria, en el reino de los cielos,
para gloria tuya y edificación de tu pueblo.
OH SEÑORA MÍA, OH MADRE MÍA
Oh señora mía,
oh madre mía,
yo me ofrezco enteramente a ti.
En prueba de mi filial afecto
te consagro en este día,
mis ojos,
mis oídos,
mi lengua,
mi corazón,
en una palabra,
todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya.
Amén.
Ora con nosotros
“Estate allí, acallado el entendimiento, mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre, porque de Él te ha venido todo bien”
Sta. Teresa de Jesús