Los Misioneros y Misioneras del Amor de Dios, respondiendo al llamado de Dios a servir al prójimo, acompañamos a aquellas personas deseosas de fortalecer o establecer un camino de crecimiento espiritual para crecer en su habilidad de discernir y responder a la presencia y acción de Dios en su vida. El acompañamiento es una manifestación de nuestro Señor Jesús que por su Espíritu nos acompaña y como buen pastor nos guía. “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen” (Juan 10, 27).
La promesa de Jesús de estar presente y vivo en la comunidad cristiana, hace que la comunidad tenga una importancia y prioridad pastoral. La comunidad cristiana, a través de sus miembros, es una base importante y un cimiento verdadero de la Iglesia en el corazón del mundo.
Los Misioneros y Misioneras del Amor de Dios promovemos la formación de pequeñas comunidades para compartir y crecer espiritualmente, en las parroquias, en un ambiente fraterno, reflexionando sobre la Palabra de Dios, doctrina de la iglesia católica y siguiendo el método de formación de nuestra sociedad misionera.
Todas aquellas personas de 18 años en adelante que deseen fortalecer su vida de fe y participar activamente en su propia parroquia, promoviendo siempre la comunión en armonía con el clero y comunidad parroquial.
Ora con nosotros
“Estate allí, acallado el entendimiento, mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre, porque de Él te ha venido todo bien”
Sta. Teresa de Jesús